miércoles, 26 de enero de 2011

El fracaso de su reforma laboral

Después de seis meses desde que el pasado mes de junio se empezara a aplicar la reforma laboral, los datos que nos llegan de diciembre ya nos permiten realizar un primer balance, para empezar a valorar quién tenía razón, si el Gobierno y los que los apoyaron o LOS SINDICATOS. Los datos ofrecen un resultado contundente y con muy pocas dudas. La reforma laboral está resultando un ABSOLUTO FRACASO, tanto para crear empleo como, sobre todo, para reducir la PRECARIEDAD LABORAL, estos eran los argumentos principales empleado por el gobierno para defender a capa y espada una reforma basada en el abaratamiento del despido. LA REALIDAD DESMIENTE RADICALMENTE ESTOS ARGUMENTOS.

En este año que ha vencido ya 2010, otra vez más, los contratos temporales son los protagonistas, porque se ha firmado la exageración de aproximadamente 14,5 millones de contratos, pero solamente el 8%, fueron de carácter indefinido, unos datos muy negativos que demuestran la inutilidad de la puñetera reforma laboral, para impulsar contratación estable, ESTOS RESULTADOS SORPRENDENTEMENTE SON PEORES QUE LOS DEL AÑO 2009, y es en el 2009 cuándo más daño producía la crisis. Aún así ese año se hicieron más contratos estables que en el conjunto del año que acaba de terminar “2010”.

Lo peor de todo es que nuestro gobierno no recapacite si no que lo más probable, en vez de admitir su fracaso, aún vaya más lejos y apoye a aquellos que decían que la reforma era corta en su dureza y que todavía había que aplicarla con más dureza.

Como es posible que en una Economía en la que aún se destruye empleo se realicen en un solo año más de 14,5 millones de contratos laborales?. Desde luego es difícil de entender que esto ocurra y que se siga diciendo que nuestro mercado laboral es poco flexible.

La reforma que aprobó el gobierno además de para reducir el paro era para que los “mercados” cogieran confianza y así poder refinanciar los fortísimos vencimientos de la deuda Española, cuyos unos de los principales acreedores es China.

Según el último informe del Banco Internacional de Pagos, España tiene una deuda de alrededor de un billón de dólares con bancos extranjeros, de la cual un 11% procede del sector público, un 25,7% de los bancos españoles, un 36% de empresas y el resto (26,6%) de operaciones con derivados que implican principalmente a la banca.

La cuestión, pues, está en dilucidar, por un lado, si los bancos españoles podrían absorber sin problemas la morosidad al alza y las pérdidas patrimoniales derivadas del estallido de la burbuja inmobiliaria porque estos bancos, a su vez, han financiado esa deuda con préstamos que han recibido de bancos extranjeros. Y, por otro lado, si los bancos extranjeros, y principalmente europeos, van a esperar a que todo vaya solucionándose o si van a tratar de garantizarse el pago de deuda mediante un "rescate".o:p>

CCOO somos conscientes de la crisis económica que estamos viviendo, pero también entendemos que quién no debe de pagar esta crisis somos los trabajadores y trabajadoras ya que no somos los culpables de esta situación.